Decidí vender mi alma

DECIDÍ VENDER MI ALMA
Carlos García

Decidí vender mi alma.
Fracasado impenitente, fracasado aplicado, repetitivo, recurrente, decidí fracasar como fracasado y tener alguna vez éxito.
Y por éxito me refería a billetes para gastar en cerveza e invitar a alguna flaca a mi habitación.
Tal vez suficiente para no tener habitación sino departamento.
Incluso, ¿por qué no?, un carro.
Bueno, no tenía muy claro qué era el éxito, pero estaba seguro de que vendería mi alma y pediría efectivo a cambio.
Ya la vida me ha enseñado muchas veces que el efectivo es lo que cuenta. El resto son promesas, y las promesas me dejan el estómago angustiado.
A falta de talento, suerte, apellido, palanca, constancia, recomendaciones, inteligencia, herencia o habilidades sociales; solo me quedaba vender mi alma para conseguir efectivo.
Primero intenté venderle mi alma al diablo.
Consulté en la guía telefónica y descubrí que no muy lejos de mi habitación podía encontrar un culto satánico.
Podría caminar un par de horas y aprovecharía para pasar por la casa de Mario a pedirle que me regalara unos cigarros.
Tendría que dar un rodeo para evitar el bar de Maritza. Le debía cervezas desde hace tres meses.
En fin. Fui a buscar al Diablo para venderle mi alma.
El Diablo no estaba.
En su lugar había dejado un digno representante.
Al principio se hizo el que no entendía la provechosa transacción comercial que le proponía.
“Piénselo bien. -Le dije. – Los antecedentes sobran. Fausto, los Beatles, El procurador, Brendan Fraser, todos le han vendido el alma al Diablo. Estoy seguro de que necesitará muchas almas para el infierno. Aunque la verdad nunca he entendido cómo es que el Diablo se dedica a castigar justo a los que apoyan su causa. Debe ser mala propaganda de la oposición. Seguro necesita las almas para la gran Batalla Final, el Apocalípsis, el Armageddon, el día del juicio ¿o el día del juicio viene después del día de la batalla? En fin. El asunto es que sé de buena fuente que el Diablo anda urgido de almas y quiero conocer qué oferta hace por la mía”
Resultó que el Diablo no paga en efectivo. Solo promete grandes poderes y un lugar junto a él en la eternidad. Más o menos lo mismo que un político promedio.
Decidí vengarme de su desprecio acudiendo al partido de oposición.
Me dirigí a la iglesia que queda a un par de cuadras de mi casa a ofrecerle mi alma a Dios.
Dios tampoco estaba, pero también había dejado un digno representante.
El proceso se repitió con tantas similitudes que me empecé a preguntar si el Diablo y Dios no serán solo dos franquicias de la misma casa matriz. Eso se llama competencia desleal. Las grandes compañías lo hacen para engañar a los incautos. Conozco varios casos.
En fin. Recorrí diecisiete diferentes religiones en una semana pero ninguna me quiso comprar el alma.
En todas las iglesias pedían dinero a cambio de salvar el alma, pero en ninguna recibían el alma a cambio de dinero. Buen negocio.
Ningún dios quiso atenderme. Siempre me tocó hablar con los representantes.
Los representantes de los dioses son unos indistintos hijos de puta que vienen en diferentes sabores.
Hablando de negocios, me fui a la bolsa a ver si podía negociar mi alma.
Me atendieron rápidamente. Muy eficientes.
Me dijeron que las almas están cotizando a la baja así que ni lo intentara. Nadie da un centavo por un alma.
Decidí probar con la política.
Primero traté de hablar con el Presidente.
El Presidente no estaba, pero estaba un digno funcionario.
El Déjà Vu casi me destroza.
El funcionario me envió con otro funcionario.
Y este con otro.
Y este con otro.
Y este con otro.
Y así sucesivamente en una espiral de funcionarios cada vez con un rango más bajo, una oficina más chiquita, y más gente en la sala de espera.
Seguí asistiendo solo porque descubrí que podía alimentarme de los pasabocas que servían en las salas de espera. Lo malo es que en cierto punto de mi descenso burocrático, estos pasabocas se limitaron a un café rencoroso y desabrido, y luego a nada.
Cuando pensé en retirarme, aceptaron mi trato.
Me cambiaban el alma a cambio de mucho dinero, pero el dinero me lo iban a entregar en miserables cuotas mensuales.
Lo dudé un poco, pero era mejor que lo que tenía: nada.
Me presenté el primer día a hacer la transacción.
Me dieron un arma y me dijeron que tenía que matar gente en nombre de la patria.
Me fui. Esas almas no eran mías. Yo estaba dispuesto a pagar con mi alma, es todo lo que tengo; pero me pedían otras.
¿Cómo voy a pagar con lo que no es mío? Pobre, pero honrado, decía mi mama, que cualquiera de los dioses la tenga en su santa gloria.
En fin, que en el camino de regreso a mi habitación pasé frente al bar de Maritza si querer.
Le expliqué que no tenía cómo pagarle las cervezas, pero que estaba tratando de vender mi alma; que si me la aceptaba para saldar la cuenta y me encimaba unas cervezas más.
Me dijo que me podía meter el alma por el culo, pero que si no tenía con qué pagar, que le barriera y trapeara el bar.
Ya llevo tres semanas limpiando el bar de Maritza. De nuevo he conseguido cervezas suficientes para invitar a Mario y hasta conocí una flaca que ahora comparte mi habitación.

La flaca se me está quedando con el alma, y lo peor de todo, gratis.

Nada es personal

NADA ES PERSONAL
Carlos Arturo García Bonilla

“¿Por qué a mí?” Me contó alguien que se preguntaba en medio del terremoto. “¿Por qué a mí?” Mientras temblaba medio país, morían centenares de personas, miles resultaban heridas y los daños materiales ascendían a millones. Yo pensaba en que las placas tectónicas se mueven infinitesimalmente durante años y ocasionalmente acumulan suficiente tensión como para reacomodarse de golpe en un proceso que se ha repetido desde que el mundo es mundo y se seguirá repitiendo cuando ya no quede rastro de nosotros.

Cada uno de nosotros piensa que el mundo existe por y para sí mismo. Como protagonistas de una película a escala planetaria, como el personaje de Borges que esperaba la muerte mientras reflexionaba que «todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y sólo en el presente ocurren los hechos; innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente me pasa, me pasa a mí.»

El taxista con la música demasiado alta, la mesera que se demora en atendernos, el teléfono que alguien no contesta, el bus que se retrasa, el baño que se atasca, la lluvia intempestiva y el paso de los años y los días. Todo lo tomamos como algo personal, todo creemos que pasa para nosotros, que pasa por nosotros. Creemos que el mundo es nuestro aliado o enemigo, nos ofendemos con el universo si no hace lo que queremos.

La mayoría de las religiones nos enseñan algo similar. Un dios tímido creó un universo inmensurable, con millones de estrellas y mundos, con una vastedad infinita, pero solo para poder supervisar nuestros hábitos sexuales (Si te masturbas Dios va a tener que postergar su proyecto de crear vida en la galaxia de Andrómeda para venir a tu habitación a mirarte con reprobación).

Todo. Lo que nos gusta y lo que no nos gusta, lo que pasa y lo que no pasa, todo lo tomamos personalmente. La raíz de un árbol crece pacientemente por años y levanta unos centímetros la loza del andén con el que tropezamos. Lo tomamos como una afrenta; no como un evento desafortunado, no como un efecto de múltiples causas, sino como un insulto personal del mundo que osa agraviarnos.

Es algo no solo usual sino necesario. Nuestro cerebro está configurado para interpretar símbolos, para otorgar significados; es lo que nos hace humanos. Por ellos vemos rostros en la humedad y creemos encontrar una intencionalidad en el movimiento de las estrellas. Además, inevitablemente, somos rehenes de nuestro ego y un instinto básico nos hace filtrar toda la información de nuestro entorno a través de él. Siempre necesitamos relacionar todo con nosotros, por ello creemos que el universo está pendiente de nuestros pasos.

No, el universo no conspira a tu favor, mucho menos en tu contra. En realidad no le importas al universo. La mayoría de cosas que ocurren no ocurren por ti, no ocurren para ti, aunque tú entres en la esfera de sus efectos. Ni siquiera la mayoría de las cosas humanas. Ese señor que no sonríe en la taquilla no tiene nada contra ti, solo tuvo un mal día. Ese bus que se demora, no quiere hacerte llegar tarde, solo tomó una mala ruta entre los autos. La chica de la esquina no te sonrió porque le gustas, sino porque tiene alguna razón para estar alegre.

No podemos evitarlo. Seguiremos pensando que todo nos afecta personalmente. Eso no es tan malo, así también es que nacen historias, así es que le damos sentido a nuestras vidas. El problema es perder la perspectiva. Creemos, por ejemplo, que si alguien controvierte nuestras ideas, nos está atacando personalmente. Creemos que si la realidad no se ajusta a nuestras creencias, podemos ignorarla.

Nada es personal, o casi nada es personal. El terremoto no pasó para que te replantees tu vida, pero si quieres replantearla: adelante. Yo no escribí esto para ti, no lo tomes personal. ¿O tal vez sí? Sé que Borges no escribió para mí, pero de alguna forma, lo siento cercano a mí y acude a mi mente de vez en cuando con un poco de ayuda, casi como un viejo amigo. De esa forma, yo creo que tú y yo casi también nos encontramos. No nos engañemos. Lo nuestro sí es personal.

Love My Life

28 DEC 2016: LOVE MY LIFE (Robbie Williams – 2016)
Wow, Robbie brings me today the song that closes the cycle he started with Me & My Monkey… a testament to my last attempt…

«I am not my mistakes,
But God knows, I’ve made a few.
I started to question the angels,
And the answer they gave was you.»

We are not there just yet but getting so close now that (I´m sure) we both «Feel» it!

Un mensaje en Navidad

UN MENSAJE EN NAVIDAD
Papa Francisco

La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendría bien un poco de silencio para oír la voz del Amor.

Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.

Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad. Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.

Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien. La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.

Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.

¡Feliz Navidad a todos!

Masters Of War

13 OCT 2016: MASTERS OF WAR (Bob Dylan – 1963)

Grande el poeta y merecido el Nobel que hoy recibe Bob Dylan; sin embargo, no puedo evitar sentir una cierta desazón ante el mensaje que por contraste pareciera expresar dicha entrega: ¿no encontraron suficientemente meritorio el trabajo de los literatos per se? ¿Adónde se han ido las musas? ¿Será que se encuentran todas leyendo libros de autoayuda?

Bendito ángel humano

little-angel-fantasy-wallpaper

BENDITO ÁNGEL HUMANO
Jorge Oyhanarte

Cuando ya no te inquiete lo que pase contigo…
Cuando te quede claro que esta vida es un juego…
Cuando a aquel que te agravia no lo veas enemigo…
Cuando ya no le busques distracciones al ego…
Cuando por igual trates al triunfo y la derrota…
Y entiendas que las cosas no son lo que aparentan…
Cuando igualmente aprecies la flor que no se nota…
Y los bellos jardines que a veces se presentan…

Cuando mires al mundo lleno de compasión
por aquellos hermanos que han elegido el drama…
Pero a la vez comprendas, que al abrirse el telón,
son solamente actores de una infinita trama…
Cuando ya no te tomes ninguna cosa en serio…
Cuando no te interese ni ser juez … ni ser parte…

Cuando poses tus ojos de lleno en el misterio,
y sientas que no hay nada que pueda lastimarte…
Y ya no te preocupe abandonar tu traje
con ese desapego del que a nada se aferra…
celebraré tu vida, compañero de viaje…
bendito Ángel Humano caminando la Tierra…

Ya No Vivo Por Vivir

29 AUG 2016: YA NO VIVO POR VIVIR (Juan Gabriel & Natalia Lafourcade – 2015)

Nadie vive por vivir y Juan Gabriel lo sabía… se fue cantando, disfrutando, ayudando, compartiendo, celebrando… su último disco es una despedida para todos nosotros y una última y coqueta camaradería hacia quienes seguirán interpretando sus canciones a futuro!

Abrázame Muy Fuerte

28 AUG 2016: ABRÁZAME MUY FUERTE (Juan Gabriel – 2000)
Quien pide un abrazo pide redención… ¿la gente no sabe esto? De las más de 2000+ canciones de Juanga, ésta era su favorita!

Adiós a uno de los más grandes, inmensos y entrañables cantautores contemporáneos de nuestra América. Para ti, Juan Gabriel, mi amor eterno. Tu música ha estado entre mi favorita toda una vida y tu vida dio vida a mi voz.

«Como quisiera, ay, que tu vivieras,
Que tus ojitos jamas se hubieran cerrado nunca,
Y estar mirandolos.»

Sube hasta el Noa Noa en donde, de seguro, tendrás la libertad de ser, de estar, de ir, de amar, de hacer, de hablar, de andar así sin penas!